Manuel Bodenlle Yáñez
7 de septiembre, 2016
De manera abrupta, los discípulos le hacen a Jesús una petición vital: «Auméntanos la fe». En otra ocasión le habían pedido: «Enséñanos a orar». A medida que Jesús les descubre el proyecto de Dios y la tarea que les quiere encomendar, «los discípulos sienten que no les basta la fe que viven desde niños para responder a su llamada».
Necesitan una fe más robusta y vigorosa, más firme que la “fe sociológica” que recibieron cuando niños. Necesitan una fe viva, operativa, comprometida. Una fe que les lleve al “seguimiento” de Jesús.
Han pasado más de veinte siglos. A lo largo de la historia, los seguidores de Jesús han vivido años de fidelidad al Evangelio y horas oscuras de deslealtad. Tiempos de fe recia y también de crisis e incertidumbre. ¿No necesitamos pedir de nuevo al Señor que aumente nuestra fe?.
Señor, auméntanos la fe. Enséñanos que la fe no consiste en “creer algo”, sino creer en Alguien, creer en ti, Hijo encarnado de Dios, para abrirnos a tu Espíritu, «dejarnos alcanzar por tu Palabra, aprender a vivir con tu estilo de vida y seguir de cerca tus pasos». Sólo tú eres quien «inicia y consuma nuestra fe».
Auméntanos la fe. Danos una “fe centrada en lo esencial”, purificada de adherencias y añadidos postizos, que nos alejan del núcleo de tu Evangelio. Enséñanos a vivir en estos tiempos una “fe”, no fundada en apoyos externos, sino en tu presencia viva en nuestros corazones y en nuestras comunidades creyentes.
Auméntanos la fe. Haznos vivir una relación más vital contigo, sabiendo que tú, nuestro Maestro y Señor, eres lo primero, lo mejor, lo más valioso y atractivo que tenemos en la Iglesia. Danos una “fe contagiosa” que nos oriente hacia una fase nueva de cristianismo, más fiel a tu Espíritu y tu trayectoria.
Auméntanos la fe. «Haznos vivir identificados con tu proyecto del reino de Dios, colaborando con realismo y convicción en hacer la vida más humana, como quiere el Padre. Ayúdanos a vivir humildemente nuestra fe con pasión por Dios y compasión por el ser humano.
Auméntanos la fe. Enséñanos a vivir convirtiéndonos a “una vida más evangélica”, sin resignarnos a un cristianismo rebajado, mediocre, light, donde, “la sal se va volviendo sosa”, y donde, “la Iglesia va perdiendo extrañamente su cualidad de fermento”. Despierta entre nosotros la fe de los testigos y los profetas.
Auméntanos la fe. «No nos dejes caer en un cristianismo sin cruz». Enséñanos a descubrir que la fe, no consiste en creer en el “Dios que nos conviene”, en el Dios “que nos adormece y anestesia”, en el Dios que nos deja “tranquilos y sedados”, sino en Aquel que fortalece nuestra responsabilidad y desarrolla nuestra capacidad de amar. Enséñanos a seguirte tomando nuestra cruz cada día.
Auméntanos la fe. Que te experimentemos resucitado en medio de nosotros renovando nuestras vidas y alentando nuestras comunidades r transformando esta sociedad en reino de Dios.
Auméntanos la Fe. Caminando con la fe de María, mujer liberada y liberadora, la primera discípula y, junto con “María de las comunidades”, resucitada en tantas mujeres que rompieron para siempre el yugo de la esclavitud machista.
1-¿ Qué le falta a nuestra fe, como laicos, sacerdotes y obispos etc. para que sea contagiosas?}
2-¿Tenemos fe los cristianos, si no seguimos su camino y no vivimos su evangelio?
3- ¿Cuál es “ese mínimo” que exige Jesús a sus discípulos para Hacer maravillas y cambiar este sistema?