Al descubierto el plan de Bolsonaro para acabar con los pueblos indígenas no contactados más vulnerables del mundo.
19 de mayo, 2021.El Gobierno brasileño planea abrir la tierra de pueblos indígenas no contactados a una explotación mortal: quiere eliminar las Ordenanzas de Protección Territorial de emergencia (Restricciones de Uso) que actualmente protegen sus territorios.&;
Los expertos afirman que el plan podría llevar a la extinción a varios pueblos indígenas no contactados y destruir alrededor de un millón de hectáreas de selva, una superficie que duplica el tamaño de Delaware.
Estos pueblos indígenas son especialmente vulnerables, ya que sus territorios no están oficialmente demarcados ni protegidos. En la actualidad, lo único que se interpone entre ellos y los madereros, agroganaderos y acaparadores de tierras, bien financiados y fuertemente armados, son dichas ordenanzas, conocidas en Brasil como los mandamientos judiciales de “Restrições de uso”.
Siete territorios están actualmente protegidos por estas restricciones, la mayoría de las cuales deben renovarse cada pocos años. Tres de ellas expiran entre septiembre y diciembre de 2021, y son especialmente vulnerables.
Una de las ordenanzas protege el hogar en la selva de los últimos piripkuras. Tras una serie de masacres, solo se conoce la existencia de tres miembros de este pueblo indígena, aunque algunos estudios indican que puede que otros aún sobrevivan en las profundidades de la selva. Un estudio reciente de la ONG brasileña ISA demostró que el año pasado se arrasaron 962 hectáreas de selva en el territorio de los piripkuras, el equivalente a más de 1.000 campos de fútbol.
El presidente Bolsonaro y sus aliados tienen en el punto de mira los territorios de estos pueblos indígenas, que siguen siendo vulnerables hasta que sean completamente demarcados como tierras indígenas. Un senador cercano a Bolsonaro, por ejemplo, está exigiendo que se reduzca drásticamente el tamaño del territorio Ituna Itatá, y otros políticos estatales y federales aliados con los poderosos intereses de la explotación maderera, agroganadera y de la agroindustria tienen como objetivo otros territorios. El presidente Bolsonaro es muy favorable a estos intentos letales de acaparamiento de tierras, y ha afirmado explícitamente que quiere abrir todos los territorios indígenas a la explotación.